Entonces, en un dia
de abril nuestro Padre dijo:
<<
hacer, un sacrificio.
Un don de la prima parte
de todo cuanto teneís>>.
Yo, primogénito Caín,
recolecté tiernos brotes,
y los frutos más brillantes,
y la yerba más fresca.
Y él, segundogénito Abel,
sacrificó el más joven,
el más fuerte, el más tierno
de todos sus animales.
Sobre el altar de nuestro Padre
posamos los sacrificios
y prendimos fuego so ellos,
y el humo se los llevó
hacia Aquél en lo Alto.
El sacrificio de Abel,
segundogénito, olió
dulce a Aquél en lo Alto,
y Abel fue bendecido.
Yo, primogénito Caín,
fui golpeado desde lo lejos
por una severa palabra
y una maldición, pues indigno
resultó mi sacrificio.
miércoles, 2 de mayo de 2007
martes, 1 de mayo de 2007
LOS PRIMEROS TIEMPOS
Sueño los primeros tiempos
de la más larga memoria.
Canto los primeros tiempos
de todos más viejo Padre.
Canto los primeros tiempos
y el claro amanecer
de toda la oscuridad.
En Nod, donde la luz
del Paraíso alumbra
el azabache nocturno.
Y gotas de nuestros padres
mojan y ablandan el suelo.
De nos, todos y cada uno,
decidimos poder como
quisiéramos vivir y
coger nuestros alimentos
de las entrañas de la tierra.
Yo, primogénito Caín,
con útiles puntiagudos.
Planté semillas oscuras,
las regué dentro de la tierra,
las cuidé, las vi crecer.
Él, segundogénito Abel,
cuidó de los animales,
ayudó eb sus sangrientos
partos, los alimentó,
y también los vio crecer.
Yo lo amaba, a mi hermano.
Él, él era el más brillante.
El más dulce, el más fuerte.
Él era la prima parte
de toda mi alegria.
"Parte de la crónica de Caín, dentro del libro de Nod"