NO a los Guardarrailes

domingo, 24 de septiembre de 2006

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LA SOLUCION NO ES PROHIBIR

Durante los dos meses de verano han fallecido 101 motociclistas, 34 más que el año anterior, un incremento del 53 %. Unas cifras, evidentemente graves, ante las que hay que actuar: asumiendo nuestra responsabilidad, pero sin pasar por alto la del ministro del Interior, la del Director General de Tráfico y la debida a Fomento por el estado de nuestras carreteras.

A pesar de reconocer que su análi­sis era «simple», el ministro del Interior Rubalcaba acusó a los motociclistas de ser los culpables de que las cifras de víctimas mortales subiesen un 8% este verano: «11 de 34 muertos el pasado fin de semana eran motoristas». El Director de la DGT, Pere Navarro, aseguró además que la mayoría de accidentes se producen <. El 88% de los fallecidos viajaban en moto de más de 500 cc, cuando este segmento de motos sólo representa un 25% del parque de mo­tos. Es cierto, y ahí hablo de asumir nues­tra propia responsabilidad como colectivo, que estos datos deben hacernos reflexio­nar sin olvidar que no debemos quedarnos sólo con el dato de un par de meses y que hay que ver tendencias a más largo plazo. Parece obvio en todo caso pensar dos co­sas: una, debemos cuidar al máximo nues­tras salidas de ocio y en evitar velocidad inadecuada, -que recordemos no es lo mis­mo que excesiva- causa principal -según los atestados- de las salidas de vía. Pero también es lógico exigir a las autoridades que sustituyan de una vez los quitamiedos asesinos. Según la MM, «un último estu­dio certifica que el 44% de los motoristas que mueren en carretera chocan contra un guardarraíl y el 17% contra una señal verti­cal». ¿Quién es el culpable de sus muertes? Es sencillo: las medidas del Gobierno bus­can únicamente la represión de la veloci­dad (radares y carné por puntos ... ), pero a los motociclistas no nos sirven para nada. La DGT basa su política en que estadísti­camente, si vamos «todos despacio», «nos matamos menos» (golpes más leves, coches cada vez más seguros: airbags, cinturo­nes, estructuras deformables) ... Pero esta política a los motociclistas no nos sirve. La gran mayoría de nuestros lesionados, también contra los mortales guardarraí­les, se producen a velocidades menores a 70 km/h, muy lejos de todo límite genérico y hasta específico propuesto por la DGT. Basta una mancha de gasóleo, un poco de suciedad, el habitual mal asfalto de nuestras carreteras secundarias, para que los usua­rios de las dos ruedas -¡incluyo, por supues­to, a los ciclistas! - no «tengamos derecho al error» ... Nuestra siniestralidad no se reduce con inútiles e irracionales limitaciones ge­néricas de velocidad. Tampoco elevando a 16 años la edad para el ciclomotor (recordemos que la franja de 14 a 16 años representa sólo un 2,7% de su siniestralidad), ni tampoco poniendo en práctica «queriendo ser los pri­meros en Europa» la directiva de escalar los carnés de conducir: 16 años/125 cc, 18 años/ motos hasta 400 cc, y motos de superior ci­lindrada sólo tras haber cumplido 24 años (o dos de experiencia) ... En primer lugar, se quiere exigir «experiencia» señalando que el 65% de las motos accidentadas tenía me­nos de 3 años de antiguedad. ¡Pero el parque de motos casi se ha triplicado en tres años, y existe lógicamente un mayor porcentaje de motos nuevas en circulación! Y, por su­puesto, la «antiguedad» de la moto ¡no tiene nada que ver con la de su propietario! En cualquier caso, a falta de soluciones reales, que se hayan matriculado más de 420.000 motos entre 2004 y 2006 ocasionará lamenta­blemente ... un crecimiento proporcional de sus cifras negativas.
La idea de «prohibir las motos grandes an­tes de los 24 años» es una medida que no apor­ta nada frente a la actual, que obliga ya a dos años de carné con menos de 34 CV. No tiene tampoco ningún sentido frente a la siniestra­lidad citada por el propio Navarro: ¡él mismo asegura que los accidentados tienen una me­dia de 35 años! ... Para terminar, la potencia de las motos no tiene relación alguna con su siniestralidad: en Francia todas las motos es­tán limitadas a 100 Cv. .. y se sufren idénticos problemas. Conociendo su «talante» electora­lista -sugirió eliminar los accidentes de mo­to en el GP de Jerez ¡impidiendo su celebra­ción!- su siguiente paso será proponer que baje nuestro poder adquisitivo para que «en este país de ricos», en sus palabras, «se vendan menos motos culpables, de más de 500 cc ... » en lugar de hacer su trabajo: luchar -¡junto a no­sotros!- para afrontar las causas reales de nuestros accidentes. «Prohibir, reprimir, bus­car vías rápidas para sancionar más y más» no soluciona nada...

PERE CASAS
DEFENSA DEL MOTOCICLISTA, sí A LA MOTO

Este texto se publicó el 18 de Septiembre en la revista MOTOCICLISMO (numero 2065)

Recuerdos

viernes, 8 de septiembre de 2006

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Quién se acuerda de "la butifarra de frank"?
Y quién se acuerda del "show de soy una taza, soy una tetera, soy un cucharón,..."?
Qué pasó con las mini-motos?
Y dónde está ahora la freidora de la R1?
Puede que tampoco nos acordemos de la avispa que iba de paquete.
Y tampoco de las salidas acuáticas.
Ni tan solo nos acordamos el porqué de la coña con el hielo.
Tampoco de : dime la hora, el sitio y La RECTA.